martes, 20 de agosto de 2013

El terciopelo; ese tejido del demonio.

Cuando pensamos en terciopelo. Pensamos en palacios suntuosos, salas repletas de dorados, elegancia regia. Alto copete y postín.
El terciopelo nos hace sentir reyes y reinas y cubre con un manto de riqueza todo lo que envuelve.


Retal de terciopelo lleno de arrugas...


"¡Qué bonito el terciopelo!"
"Tengo aquí una arruga... voy a pasar la plancha un poquito sólo un poqui..."
"¡Aaahahhhhhhaaahhhh!" ¡M@@##$ de terciopelo!"




¿Y si pruebo con un poquito de cuidado...?



¡Oh, oh..! Esta marca nunca desaparecerá



Ya has creado un magnífico brillo en tu traje lujoso, que jamás desaparecerá.
El terciopelo tiene un enemigo:  la plancha.

El terciopelo surgió en la India y su comercialización se inició a mediados del siglo XIV. En esa época, las fibras de seda trabajada en telares manuales daban origen a este tejido que tiene el revés liso y el otro lado con pelos cortos y tupidos que producen una textura de tacto suave. Más adelante, la materia prima empezó a producirse también en Italia, dónde sus fabricas de Venecia, Florencia, Genova y Milán cosecharon fama a nivel mundial

El terciopelo  está compuesto por una trama y dos urdimbres, uno de ellos liga el tejido y la otra forma el pelo.  se puede fabricar a partir de una variedad de fibras que incluyen la seda, la viscosa, el acetato y el algodón. Cada tipo de fibra produce un tipo distinto de tejido de terciopelo. El terciopelo de seda es el tipo más caro y elegante, suave y con una superficie brillante. Los terciopelos sintéticos hechos con rayón y acetato imitan el terciopelo de seda pero en general son más pesados y no tienen la misma caída y volumen. Existen algunos tejidos de terciopelo que se hacen con rayón y un revestimiento protector de seda. El terciopelo de algodón, muchas veces denominado terciopelo, es el tipo con mayor durabilidad.

El problema del terciopelo al plancharlo, es que aplastamos las fibras del tejido y se crean brillos. Para evitarlo, el truco más conocido es plancharlo sobre una toalla de rizo o similar; una superficie esponjosa colocando sus fibras boca abajo, con la plancha a temperatura media, sin apenas hacer contacto en la tela y con una cantidad muy pequeña de vapor. ¿Esto funciona? Bueno, sólo si tienes suerte.








La mejor forma de planchar terciopelo es hacerlo sobre una tabla con púas. Las fibras del terciopelo se introducen entre las púas y así evitas que se aplasten.




¡Ah, muy bien!. Pregúntale al  ferretero de tu barrio a ver si tiene tablas de esas. Te mirará raro y te ofrecerá un cepillo de púas de hierro.
¿Y ese cepillo funciona? No lo sé. No lo he probado. Pero no parece muy práctico.





Yo, buscando soluciones, una vez probé a planchar terciopelo sobre una lija de grano muy gordo... Casi me quedo sin un delantero, porque todo el terciopelo se pegó a la lija y al intentar separarlo se quedaron gran parte de las fibras en la lija, quedando calvas en la tela. Un desastre.

Pero he encontrado la solución al problema. La tela para planchar terciopelo. Se trata de una superficie con púas o cerdas de plástico. El cierre permanente de las cerdas impide que las fibras del terciopelo se aplasten y brillen. 



Derecho de la tela-plancha terciopelo

Detalle de las pequeñas púas que tiene la tela.


Las púas están colocadas sobre un muletón de algodón y poliéster; y el reverso es una tela de algodón.


Derecho y revés de la tela. Podéis ver que es ligera y flexible.


Simplemente coloca las fibras del terciopelo sobre las púas y plancha el terciopelo por el revés. Pero evitando presionar con la plancha y utilizar exceso de temperatura y vapor.



Se coloca el derecho del terciopelo directamente sobre las púas.


En www.lacavea.com ya puedes encontrar esta tela-plancha terciopelo.
¡Usar terciopelo ya no será una pesadilla! (Por supuesto, esta tela la podéis usar para planchar cualquier tejido con pelo; como la pana)

¡Tachán...! Bye, bye arrugas....





Para saber más:
http://paquizapegmail.blogspot.com.es/2012/08/el-terciopelo-en-la-indumentaria.html
http://blog.ribescasals.com/el-terciopelo-y-sus-variantes/